
Si un día cualquiera internet desapareciera muchos de nuestros contactos también lo harían. Yo ya lo había pensado muchas veces, pero joer, nunca piensas que algo así vaya a suceder. Pues sí. Esta mañana conecto el messenger para ver si alguien se había acordado de mí (y no para mandarme un forward) después de mi finde-reunión placentina en Pucela, y con qué me encuentro: 35 contactos en el messenger. ¿Y dondé están los trescientos que faltan? ¿Se han evaporado? ¿Se los ha comido el messenger? ¿Alguien sabe qué ha pasado? Una putada en toda regla.
Pues nada, pido colaboración y direcciones. Sé que muchas de ellas no podré volver a recuperarlas. Tendré que darle un repaso a la bandeja de entrada e ir sacando direcciones de los emails (si es que en este rato no han desaparecido también...), mirar los típicos cuadernos (que a saber dónde estarán) de los viajes donde el último día se apuntan las direcciones de la gente, y joderme por no poder recuperar direcciones como las de Craig, Kimberly, Ciaran y el resto de los irlandasuizos, Guillermina o Ellen. That's life.

Tengo que entregar una unidad didáctica mañana y no la llevo. Sí, no es que la lleve mal, es que no la llevo. La gente que entiende de unidades tales dice que requiere su tiempo, esfuerzo y sobre todo dedicación, pero para los que trabajamos muy bien con presión, la noche antes parece no tener fin. Y me conozco, en cuanto haya terminado de ver el correo, fotos y gilipollear un rato por internet y me ponga (en serio), me empezarán a picar los ojos y pensaré: ¿Y si pongo el despertador a las 6? (Knowing, for sure, that I will get up at 8!). Según el DRAE el estrés es la tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o transtornos psicológicos a veces graves. Pues eso, que a mi esto de las unidades me está afectando a la psique, o a lo que ellos quieran...



