Si un día cualquiera internet desapareciera muchos de nuestros contactos también lo harían. Yo ya lo había pensado muchas veces, pero joer, nunca piensas que algo así vaya a suceder. Pues sí. Esta mañana conecto el messenger para ver si alguien se había acordado de mí (y no para mandarme un forward) después de mi finde-reunión placentina en Pucela, y con qué me encuentro: 35 contactos en el messenger. ¿Y dondé están los trescientos que faltan? ¿Se han evaporado? ¿Se los ha comido el messenger? ¿Alguien sabe qué ha pasado? Una putada en toda regla.
Pues nada, pido colaboración y direcciones. Sé que muchas de ellas no podré volver a recuperarlas. Tendré que darle un repaso a la bandeja de entrada e ir sacando direcciones de los emails (si es que en este rato no han desaparecido también...), mirar los típicos cuadernos (que a saber dónde estarán) de los viajes donde el último día se apuntan las direcciones de la gente, y joderme por no poder recuperar direcciones como las de Craig, Kimberly, Ciaran y el resto de los irlandasuizos, Guillermina o Ellen. That's life.