
Tras el súper-madrugón-del-viernes (6.15 a.m., todo sea por la Patagonia y los pesos, que con mucho gusto, allí gastaré), el viaje (casi turístico) por Madrid en metro, y el voltio al IKEA, total, para que no tuvieran lo que iba buscando (miento, sí que lo tenían, pero 15 euros por encima y pieza de mi presupuesto); he acabado tomándome unas cervezas con la mejor enciclopedia de viajes que conozco, en el que podría aventurarme a decir que es el mejor museo (por lo menos de Alcorcón) de objetos de todo el mundo.
Sus experiencias vividas en distintas ciudades y con diferentes culturas, sus mejores recuerdos, los halagos a las distintas razas y etnias que conoció alrededor del mundo, aventuras, desventuras, apuros, risas, momentos inolvidables, experiencias para el olvido, numerosos consejos y ánimos.
¡Porque yo también quiero que llegue el día en el que haya viajado durante cincuenta años por los cinco continentes! ¡Siempre es un placer hablar contigo, Manolo!
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