Porque mañanas como la de hoy, merecen la pena.
Tras el súper-madrugón-del-viernes (6.15 a.m., todo sea por la Patagonia y los pesos, que con mucho gusto, allí gastaré), el viaje (casi turístico) por Madrid en metro, y el voltio al IKEA, total, para que no tuvieran lo que iba buscando (miento, sí que lo tenían, pero 15 euros por encima y pieza de mi presupuesto); he acabado tomándome unas cervezas con la mejor enciclopedia de viajes que conozco, en el que podría aventurarme a decir que es el mejor museo (por lo menos de Alcorcón) de objetos de todo el mundo.
Sus experiencias vividas en distintas ciudades y con diferentes culturas, sus mejores recuerdos, los halagos a las distintas razas y etnias que conoció alrededor del mundo, aventuras, desventuras, apuros, risas, momentos inolvidables, experiencias para el olvido, numerosos consejos y ánimos.
¡Porque yo también quiero que llegue el día en el que haya viajado durante cincuenta años por los cinco continentes! ¡Siempre es un placer hablar contigo, Manolo!
viernes, 18 de abril de 2008
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