viernes, 1 de febrero de 2008

Seda, Alessandro Baricco

Era, por lo demás, uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla.
Habrán observado que son personas que contemplan su destino de la misma forma en que la mayoría acostumbran a contemplar un día de lluvia.

No hay comentarios: